domingo, 30 de noviembre de 2008

Débil

Aquí voy de nuevo, abro la puerta y me dirijo a la máquina de tabaco, mientras introduzco las monedas, Magdalena grita desde la barra del bar, ¿te pongo algo para comer, guapa?, trato de resistir, ¿podré esta vez?,cuando volteo a mirarla, no puedo evitar detallar su dentadura amarilla y escasa, sus ojos saltones bajo el flequillo desordenado, su bigote ralo, y esas tetas enormes apretadas bajo el sucio delantal… comienzo a temblar. Aunque dudo unos segundos, como siempre, termino respondiendo con un tímido: “vaale"


¡Puta máquina de tabaco! ¡Es increíble creer que sea la única en metros a la redonda! El maldito bar es horrendo, ruidoso y sucio. La comida es grasienta y maloliente, pero nunca puedo decir que no, y así ando desde hace meses. De todas formas, ¿quién podría atreverse a negarse? Correr el riesgo de que Magdalena le coja del cabello, le empuje entre sus tetas y le deje allí hasta asfixiarle. Yo no quiero morir de esa forma.


La máquina de café no para de hacer ruido, un crac crac infernal rebota dentro de mi cabeza, sale el chico de la cocina gritando !Lomo con queso! ¡Huevos con bacon! Ohh Dios, ¡que estrés! Los obreros de la barra hablan fuerte y ríen a todo gañote, uno de ellos golpea la máquina de juegos mientras grita ¡eh pepe, pideme otra cerveza! Me traen el primer plato, callos, burbújas de aceite emergen entre los pedazos enormes de cerdo, ¡uf! Cojo la cucharilla sin ánimo, mecánicamente, ¡venga va!, pruebo un poco, ¡mierda, está frío! Miro alrededor, Magdalena detrás de la barra pregunta ¡Qué guapa!, ¿A que esta bueno? Se ríe, dejando ver sus dientes y el fondo de su garganta, ¡que grotesco! Una, dos, tres cucharillas y trago ¡qué asco! Una, dos, tres cucharillas ¡jodeeeer!


Gente entra y sale, la decoración es espantosa, cuadros mal colgados en cada columna, propagandas de coca-cola, colacao y café puestas con celo en cada esquina, flores de plástico llenas de polvo, olor a fritanga por todas partes, la silla se tambalea de un lado, la mesa esta llena de migas, el suelo lleno de basura ¡puta máquina de tabaco!


Me traen el segundo, lomo con patatas, sobre un charco de grasa, refrita. Trato de cortarlo, pero se escurre el cuchillo y golpea el plato con fuerza, todos voltean a mirarme. Este lomo parece una chancla, duro y elástico a la vez, con fuerza llego a cortar un trozo, ¡venga va!, uno de los obreros me mira desde la barra, se sonríe maliciosamente, ¡Dios lo que me faltaba!, le comenta algo a su amigo, se ríen, volteo la cara hacia otro lado, tratando de evitar las provocaciones que no existen, aún así se enoja, ¡en cuatro patas tampoco me verías la cara, putón! , trago haciendo un ruido entrecortado, la pelota de carne casi me ahoga, se me escapa una lágrima, ¡jodeeer! Necesito salir de aquí.


De fondo se escucha una canción de Albert Pla, ¡no podía ser más bizarro!, un sabor a aceite de girasol recorre mi garganta, ¿Postre y café, cariño? Esta vez se para al lado de la mesa, aquel par de bolas gigantes rozan mi hombro derecho, resignada y mirando al suelo contesto: ¡vaaale! Colocan el café sobre la mesa a lo bestia, una gota gorda rebota y mitad de ella va a parar a mi camisa, ¡mieeerda!, una caña de chocolate sobre el plato, blanco y astillado, ¡Venga va! Bebo del café, que parece agua sucia, es insípido y está hirviendo. ¡jodeeer! ¡no me lo puedo creer! ¡Esto es el colmo! Un pelo, negro y enroscado, se asoma por debajo de la caña, siento un leve mareo, todo empieza a girar en mi cabeza, la gente, Magdalena y su bigote empapado de sudor, el bar se hace grande y pequeño, el ruido… me levanto bruscamente y camino deprisa hacia la caja.


_ ¿Qué te debo?
_ ¿ya te vas, guapa?
_ si, si, ¿Qué te debo?
_ Doce con treinta, corazón.


Pongo 20 euros sobre el mostrador y camino apresurada hacia la puerta.


_ El cambio, guapa.
_ Quédatelo, gracias.


Afuera, enciendo un cigarrillo, aspiro con fuerza y libero una gran nube de humo, repito el proceso 3 veces y lo tiro al suelo, lo piso con fuerza. Mientras regreso al trabajo voy pensando en ese horrendo bar, no puedo quitarme la canción del Pla de la cabeza, el obrero cachondo, todo. ¡Esto no tiene lógica! Me repito convencida, entrar, coger el tabaco y salir, es todo lo que tengo que hacer. ¿Cómo es posible que no pueda superar este miedo irracional? Ella vuelve a mi cabeza, esa dentadura, esos ojos, esas tetas asesinas. ¿a quien engaño? De repente la solución viene a mi cabeza, metí la mano en mi chaqueta, corrí hacia el basurero y tire la caja de cigarrillos. ¡Desde hoy dejaré de fumar! Ya no tendría razones para volver allí.

7 comentarios:

Eloisa dijo...

Me ha gustado mucho Carmen. Un retrato muy bueno de la realidad diaria. Solo te diría que repasaria quizás la puntuación.
Me ha chocado también que etiquetes el relato como Humor. Yo le he encontrado rastros de ironia pero mucha tristeza y crueldad (o quizás no he captado lo que tu querias retratar, pero a mí ésa chica me ha dado una imagen increíble de soledad, impotencia, angustia y tristeza.
Un Beso. Elo.

Anónimo dijo...

Bien Carmen, ya te encntraba a faltar. Este sentido del humor tan trash, pero para mi gusto sobran algunas repeticiones de sucio, grasiento,etc. Un retoquillo para darnos a entender que si que es verdad que hay veces que nos comportamos como ovejas y no sabemos porque

David Finch dijo...

jejejeje!Me ha molao Carmen.Un poco exagerado para mi gusto ya que se alarga mucho con primero,segundo,tercero y café.Creo que con algo más corto se coge la idea que quieres transmitir, pero bueno si que es verdad que el humor sostiene al relato.Estoy con Juan con que sobran algunos adjetivos sucio,grasiento,etc.Me gusta mucho el final, muy gracioso.
Quién no se ha tomado un café solo para ultilizar el servicio de la cafetería/bar, por ejemplo!
un beso!

pinguin dijo...

hola carmen!!!
soy christian urrea, estudiante de diseño grafico de la universidad pontificia bolivariana,mmm realmente me gusto mucho la satira del cuento, y aun mas el final...resulta que tenemos un trabajo sobre ilustrar los cuentos que ustedes suben al blog y quisiera saber si tu puedes comentarme mas sobre el cuento, no sé, lo que quieras ampliar para colaborarme con las ilustraciones que voy a realizar...espero tu respuesta...e-mail: chriage_26@hotmail.com.

Muchas gracias por tu tiempo!

Sara Sarmiento Vergara dijo...

Hola Carmen,soy Sara Sarmiento, estudiante de Diseño Gráfico de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Quería comentarte que proximamente realizaremos un trabajo, de ilustración de un cuento, una historia, se trata de realizarle algunas ilustraciones, y me gustaría escoger el tuyo para eso, ya que la verdad, me pareció muy bueno e interesante.
Quisiera saber que piensas al respecto, porque a medida que vayan surgiendo los dibujos, me gustaria mandartelos para que me des tu opinión acerca de ellos.
Muchas Gracias Que estés bien.
Sara Sarmiento
sarasarmientov@gmail.com

Sara Sarmiento Vergara dijo...

Carmen, que pena, este no es el cuento, el que escogí es Las voces.
Gracias.

Carolina Gomez dijo...

Hola Carmen, soy Carolina Gomez de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellin, Colombia.
A lo mejor ya te comentaron que para un trabajo de Modulo de Ilustracion nos dieron la posibilidad de escoger uno de los escritos o cuentos que hay en la pagina y de el sacar unas ilustraciones. Yo escogi "Debil" me gustaria que depronto me contaras un poco sobre porque lo escribiste, que te inspiro, y depronto como te imaginas el lenguaje de las ilustraciones. Si es posible te dejo mi correo para poder estar en contacto y poder hacerme una idea.
k_rito89@hotmail.com
Muchas Gracias