domingo, 2 de noviembre de 2008

HABITACIÓN 999

He llegado... Sin darme cuenta, pero he llegado.

Que, ¿A dónde he llegado?
Pues escuchadme amigos míos porque he llegado a un lugar que a todos nos interesa. Un lugar que nadie puede despreciar. Un lugar con el que todo el mundo sueña…
Amigos, he llegado al Paraíso.
Y mentiría si digo que es la primera vez que lo visito, pero el primer punto que os quiero remarcar sobre el Paraíso es que nunca es igual, o sea siempre es diferente, cada vez que lo visitas.
Yo mismo he estado aquí en numerosas ocasiones y en todas ellas he vivido geniales sensaciones, visto increíbles paisajes, escuchado preciosas melodías y olido deliciosos aromas… Pero en cada ocasión han sido diferentes sensaciones, paisajes, melodías y aromas.

En cualquier caso amigos, os puedo contar por experiencia propia que hoy, en el Paraíso, la tierra respira.
Es como si el suelo que pisas fuera parte de un ente súper mega gigante al que se le nota cada inspiración y cada expiración, dándote la sensación de andar sobre el mar o a ir en barco o incluso de pisar cojines, si gustáis.
También las nubes se organizan de tal modo que crean asombrosas formas tridimensionales de algodón en el cielo del Paraíso.
Si ahora miro al cielo puedo corroborar esto que acabo de decir.
Bien… Puedo ver una locomotora de vapor, conducido por un ciervo con sombrero, que suelta humo por su chimenea y tira de dos vagones de principios de siglo, dos tanques alemanes de la segunda guerra mundial y una banana gigante de esas que se arrastran por al agua y llevan a turistas extranjeros en las playas de moda.
Veo también que el convoy ha sido adelantado por un submarino nuclear ruso que, a su vez, está echándole una carrera al mismísimo Submarino Amarillo de los Beatles.
He de apuntar que el juego de luces que desprende ese enorme y gigantesco Sol es frenético. Luz, sombra, luz, sombra. Luz blanca, luz amarilla, luz blanca, luz roja, luz azul, luz blanca. De los tonos cálidos a los fríos de segundo a segundo. Del amanecer al mediodía al ocaso de momento a momento. Del verano al invierno al otoño a la primavera…

Si miro al frente y continúo mi camino no tardo en perder la línea recta e incluso el equilibrio. Esto se debe a lo que ya os comenté:
Inspira… Expira…
Aquí sientes el poder de la gravedad actuar sobre todo tu cuerpo. Notas la presión que ejerce todo el aire de este mundo sobre tu piel. Notas las suaves brisas provocadas por la respiración de los seres vivos que la habitan.
Ésta es una sensación abrumadora que hemos de denominar éxtasis… El bienestar total.
Amigos, llevados por esta sensación suspiraremos, quizás sonriamos, y seguiremos nuestro camino.

Al frente se me presenta un camino de tierra sobre el cual, haciendo gala de gran organización y creatividad, las piedrecillas y los cantos de la misma, se han puesto de acuerdo para formar mosaicos romanos representando cacerías, batallas y escenas de la vida cotidiana del romano “bien” en la época del emperador César Augusto.

El camino transcurre por un arbolado que se encuentra a los dos lados de éste.
Estos árboles son de troncos multicolor y de hojas de colores fluorescentes. Verde, amarillo, rojo, naranja, rosa fosforitos a intervalos regulares e irregulares creando fascinación al ojo humano.
Estos árboles tienen la faceta de ser árboles bailarines y se menean de un lado al otro, se retuercen sobre si mismos y se agarran de las ramas creando, a su vez, una música celestial que me engloba totalmente y se alía con el sonido de mis pisadas sobre los mosaicos romanos, haciéndome partícipe del espectáculo musical.

En un desequilibrio de los míos casi caigo al suelo pero ha salvado mi caída un amistoso árbol al que al tocar con mis manos desnudas he notado, que por muy rugosa y dura que parezca su corteza, es de una suavidad remarcable. Tal es su suavidad que siento ganas de quitarme la ropa y restregar mi cuerpo contra este tronco.
Pero no lo haré. Me contentaré con un abrazo en el cual siento la energía vital del árbol e incluso puedo notar el oxígeno puro que expira por sus poros.

"¡¡Ay!!"
Vaya amigos. Parece que este árbol me ha hecho un regalo. Ha dejado caer sobre mi cabeza un gran melocotón de colores y brillos cambiantes, suave y delicioso aroma y suavidad superior a la del tronco.
Dejadme deciros que comer en el Paraíso es una empresa delicada. Puede entrañar complicación por la pérdida total del apetito. Pero en mi caso hoy amigos míos, siento la necesidad de morder este manjar que me ha ofrecido la madre naturaleza.
¡Mmmm! Lo estoy disfrutando tanto como aquellas noches locas con Samantha.
Su jugosidad, su textura, su sabor… Que recuerdos…
Es totalmente indescriptible. Comería solo melocotones como este para el resto de mi vida. Melocotones a la Samantha. Samantones. O melocomanthas…

Permitidme que me siente para comentaros un punto que nunca se os ha de escapar cuando queráis viajar al Paraíso.
Dejadme que os advierta de un peligro: la increíble cercanía al Paraíso del, respetado y temido, Infierno.
Me veo en la obligación de deciros que la llave del Paraíso es inebitablemente también la llave del Infierno.

Imaginaros amigos que vais aun hotel y pedís una habitación. Se os entrega la llave de la habitación 999...
O… ¡espera un momento! ¡Quizás sea la llave de la habitación 666!
La verdad es, amigos míos, que esta llave abrirá tanto la 999 como la 666 y depende de nosotros mismos(nuestro estado de ánimo, nuestro entorno)elegir bien la habitación en la que acabaremos… Paraíso o Infierno.

Hoy tras la puerta 999 he llegado al Paraíso…

Hoy la llave que he utilizado para viajar al Paraíso ha sido psilocybe cubensis colombiana fresca. Unos quince gramos.
Alucinante amigos. Alucinante…

Niños no intentéis esto en casa.




D.G.F.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Dave
Recuerdo cuando lo leiste en clase. Muy bien escrito y en segun que momentos me recordó una canción de Sisa "Cualquier noche puede salir el sol"
Para mi un relato 10
Juan

santiaago dijo...

esta muy bueno... lo ilustrare

David Finch dijo...

Adelante Santiago! me haría mucha ilusión ver esa ilustración.
Si necesitaras alguna cosa puedes ponerte en contacto conmigo por e-mail: rojo_dave@hotmail.com
Saludos.
Dave.